El día menos pensado
Era un día cálido y soleado, el verano asomaba al mismo tiempo que el mes de julio daba los primeros avisos del calor sofocante que se avecinaba. Iba a ser un verano caluroso, sin duda. El sol iba a castigarnos con temperaturas de alivio pero no conseguía alumbrar mi futuro, el cual se presentaba nublado, oscuro e incierto. Tras un fracaso que, al fin y al cabo, no lo era tanto pues es mejor aspirar a rey que a sirviente, decidimos cenar en aquel lugar que tan poco te gusta, una triste rutina para unos tristes días, pese a contar con la mejor de las compañías. Yo decidí no mirar más allá del presente, eso es: Carpe Diem, o mejor dicho, por la situación: Triste consuelo.
Quien iba a decirme a mi que más de una veintena de primaveras a mis espaldas iban a resultar una solución para mi negro porvenir... Quien iba a decirme a mi que tener lo que no pensaba que tenía iba a suponer un oasis en mi tortuoso camino por el desierto de la nada, camino a ninguna parte... Quien iba a decirme que un sendero casi imperceptible para mis entonces ofuscados ojos se abría ante mi... Cuán afortunado me sentí cuando me abriste los ojos e hiciste la luz para que yo pudiera contemplar un camino que para mi se hallaba tras las puertas del cielo.
Así es, había un futuro para mi y doce meses era el tiempo que necesitaba para hacerme con la llave necesaria para abrir la puerta cuyo cerrojo sellaba el paso hacia un lugar que creía vetado para mí. Pude ver que en mis manos tenía el poder de adentrarme en ese camino que tanto anhelé recorrer y que, por insensato, no puede surcar cuando tuve la ocasión.
Desconozco que sería de mí si no me hubieras iluminado con tu mágica luz. El caso es que la búsqueda del preciado tesoro comenzó y tras vérmelas con personajes históricos, recordados filósofos y luchar contra queridos enemigos llenos de hojas y tinta tuve el premio que buscaba: la anhelada llave. Una llave de incalculable valor que luce una curiosa inscripción: 6,83. Posiblemente una cifra mágica que más allá de un mero valor numérico tenga un significado mucho más valioso: El pasaporte hacia un futuro.
1 Comments:
Me gustó. El asunto está en no perder la costumbre de dedicarle algo de tiempo al día. Saludos!
1:58 a. m.
Publica un comentari a l'entrada
<< Home